La profesora o profesor de Yoga de adultos mayores acompaña a sus alumnos en el camino hacia el autoconocimiento y el autocuidado. Este comienza en la esterilla y nutre la vida cotidiana. Es una noble misión guiarlos progresivamente hacia el esfuerzo coherente.
Por Miriam Fernández Chiogna
En este viaje el alumno se acerca, de manera consciente y sutil, a descubrir sus capacidades, cualidades y límites, minimizando el riesgo de lesiones. El profesor es un puente que los acerca a la experiencia de una práctica saludable, nutricia y equilibrada. La nobleza de la misión de guiar al alumno al esfuerzo coherente eleva la misión del instructor y eleva al alumno que la recibe. Lo hace único, valioso, y merecedor de toda la atención y cuidados por parte del profesor.
Como profesora, es un privilegio acompañar a cada alumno (especialmente los mayores) en su viaje para descubrir sus maravillosas capacidades, sus potencialidades (aquellas capacidades que tiene y que aún no ha explorado o descubierto) y sus limitaciones. ¿Cómo? Muchos son los escenarios en los que el alumno puede ser acompañado. Hoy profundizaremos en el acompañamiento. A través de algunas semillas que puedan sembrar el interés de ir más allá de la ejecución del asana sobre la esterilla.
Si das clase de Yoga a mayores, estas serán tus herramientas
Diseña las prácticas
Es fundamental seguir pautas pedagógicas y estructurales de objetivos a corto y largo plazo en vez de improvisar. Tener objetivos de progreso del grupo ayuda al alumno a ir reconociendo sus límites y a esforzarse de manera consciente y coherente a medida que se le pide más. Por ejemplo, en Vrksasana: al inicio del curso anual, los asanas enfocados a potenciar la fortaleza de piernas y tronco, los que facilitan la apertura de caderas, serán la base que prepararán al cuerpo. Las primeras aproximaciones a Vrksasana deben crear confianza en el propio equilibrio y fuerza de sostén, por ello «comenzaremos con la pierna que se eleva desde el pie en apoyo en el suelo, rodilla flexionada, cadera en apertura. Ganada la confianza, ese pie ascenderá a media pantorrilla y los que puedan podrán apoyarlo más cerca de rodilla o más arriba». Mientras que evolucionamos en fortaleza y confianza, evolucionamos con la postura de manos en cintura, luego brazos extendidos a altura de hombros, solo un brazo elevado sobre cabeza, para progresar a lo largo del curso y poder llevar los dos brazos extendidos sobre cabeza y aumentar el tiempo del equilibrio.
Conocer a tus alumnos
Y esto, tanto en su nivel de práctica como en sus condiciones físicas particulares, para poder hacer adaptaciones personalizadas. Después de la entrevista inicial sabrás quién tiene lesiones o patologías en columna, rodillas, dificultad de equilibrio, etc. Por ejemplo, en Parivrtta Vivekasana: «los alumnos que lo necesiten apoyan rodilla posterior sobre cojín; los que no puedan hacer torsiones de columna sostienen la postura frontal (instrucción para alumnos con artrosis o hernias de columna)». Siempre es prioritaria la salud del alumno a la ejecución técnica del asana.
Tener elementos de ayuda preparados
Teniendo en cuenta los asanas en la sesión y sabiendo cuáles son las posibles dificultades de ejecución para los alumnos, tener disponibles recursos de ayuda , como cojines, cinturones, bloques, sillas, etc., que permitan llegar al asana evitando el sobreesfuerzo o la desestructuración del cuerpo por querer llegar. Por ejemplo, en Supta Hasta Padangusthasana, la mayoría de los alumnos mayores requiere del uso de cinturón para sostener la pierna elevada y estabilizar la cadera, o un cojín debajo de la cabeza para que la zona cervical no sufra tensión. Muchos practicantes no piden elementos de ayuda porque erróneamente creen que las ayudas son signo de inferioridad (muy común por parte del alumno mayor). Teniendo a su alcance el recurso o soporte de ayuda permite que el alumno lo utilice con naturalidad para su autocuidado, educando en autonomía y esfuerzo coherente a sus posibilidades.
Pranayamas
El recurso de conexión por excelencia es la práctica de la respiración como nexo imprescindible para conectar cuerpo-mente-práctica-atención durante la sesión de Yoga. Es un tema muy extenso y profundo que requiere de un tratamiento especial. Todo profesor de Yoga debe dominar estos recursos y guiar a sus alumnos para navegar las olas de la calma y la agitación a la que la respiración invita, creando una danza en la que cuerpo-mente-respiración son un trío inseparable para vivir la experiencia de la presencia.
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