Cuestiones filosóficas que siempre quisiste saber: capítulo I
Quitarte los zapatos antes de entrar a la clase, cantar el Om, usar incienso y velas, dedicar la práctica al inicio de la clase… La popularización del Yoga hace que muchas personas se beneficien de la riqueza de esta práctica, pero también que se pierdan algunos aspectos importantes. Naren Herrero, experto en filosofía de la India, nos ayuda a profundizar en el origen y propósito de algunos elementos propios de la tradición hindú que observamos y practicamos en las clases de Yoga. Para ello, nos ha respondido a esas cuestiones filosóficas de una clase de yoga que siempre quisiste saber y hasta ahora nadie te ha contestado. Hoy te contamos por qué hay que dejar los zapatos fuera de la clase antes de empezar tu práctica. No te pierdas las que iremos publicando más adelante.
Por Naren Herrero, periodista y escritor especializado
en la filosofía de la India y del Yoga
Dejar los zapatos fuera de la clase
Es una de las cuestiones filosóficas que hay que tener en cuenta y de las que es bonito conocer su origen. Incluso antes de entrar a la sala de clase y antes de repetir Om, todos nos sacamos los zapatos porque el Yoga, en general, se practica descalzo. Muchas culturas y tradiciones no usan calzado dentro y la explicación más simple y obvia es que los zapatos de calle están sucios y cargados con las impurezas del exterior y, por tanto, uno se los saca al llegar a casa, al templo, a una sala, incluso a una tienda.
Simbólicamente, al llegar a casa uno deja todas las preocupaciones y ocupaciones exteriores con sus zapatos y se pone las pantuflas. No se trata solo de no rayar el parqué. En una clase de Yoga la idea es la misma: se pide que nadie entre con zapatos en las salas de Yoga para mantener así una limpieza externa y también una vibración de pureza. Esta concepción incluye cualquier otro elemento que esté en contacto permanente con el suelo, como, por ejemplo, las ruedas de un carrito de la compra, que fue lo que hace poco una alumna quiso meter –sin éxito– en mi clase.
Entrando en el plano más espiritual, el maestro indio del siglo XX, Swami Muktananda dijo: “Deja tu ego con tus zapatos”. Es decir, que no solo dejamos las preocupaciones fuera de la sala, sino que dejamos aquello que nos obstaculiza para la práctica, nuestros patrones mentales o hábitos arraigados que son negativos para nuestra felicidad. Se convierte así, en una de las cuestiones filosóficas cada vez que nos enfrentamos a una clase de Yoga.
Hay personas que hacen Yoga con calcetines, dependiendo del estilo que practiquen o porque tienen frío. Sin embargo, no es lo ideal, porque uno de los objetivos básicos del Yoga es conectar con nuestro cuerpo físico y con sus sensaciones. En este sentido, los pies son muy importantes porque son el punto de contacto del cuerpo con la tierra. Teniendo en cuenta que la esterilla ya es una capa aislante, añadir otra capa que aísle los pies de la tierra no es recomendable. En una clase de Yoga tomar conciencia del propio cuerpo, incluyendo los pies y sus dedos, es un factor elemental del camino del autoconocimiento. ¿Cómo voy a conocerme a mí mismo y profundizar en mi esencia si ni siquiera puedo quitarme los zapatos? ¿O los calcetines y reconocer la relación de mis pies con la tierra?
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