El Yoga es una disciplina y varias a la vez: existen muchos estilos y enfoques, maneras y motivos de practicar. Una diversidad que nos invita a reflexionar sobre el propósito más profundo de nuestra práctica, en compañía de cuatro grandes profesores: Janet Stone, Gopala, Andrei Ram y Surinder Singh. Todos nos regalan su mirada acerca de la esencia del Yoga.
POR Nini Gorzerino // FOTOS: Tania Mayela Palma, Centro de Yoga Sivananda Vedanta,
Sara Davis, Nagisa Kurokawa y Francesc Jordan.
Año tras año, el Yoga ha ido ganando presencia en la cultura occidental, adoptando e incluso revisitando prácticas antiguas conforme a las demandas contemporáneas. Los motivos por los que hoy nos acercamos a la esterilla son variados, desde aliviar un dolor de espalda hasta escapar del ajetreo diario, mejorar nuestra salud física o simplemente por curiosidad. Este interés creciente y múltiple ha impulsado una expansión tanto en el número de practicantes como en la variedad de estilos. Algo que puede resultar abrumador, pero que también nos invita a preguntarnos ¿Por qué empezamos a practicar? ¿Y por qué seguimos? ¿Cuál es la esencia de nuestra práctica?
Para acompañarnos en esta reflexión, hemos hablado con cuatros profesores de larga y sólida trayectoria, provenientes de distintas escuelas y regiones: Gopala, profesor de Yoga y de meditación en los centros internacionales de Yoga Sivananda Vedanta, residente en Madrid; Surinder Singh, profesor de Hatha Yoga radicado en Rishikesh (India); Janet Stone, profesora de Vinyasa Flow & Bhakti Yoga, establecida en Estados Unidos; y Andrei Ram, profesor de Yoga en la tradición de Sri Dharma Mittra y fundador del enfoque Breath Based Yoga, quien reparte su tiempo entre Estados Unidos, Colombia y Europa.
En esta primera entrega, comparten con nosotros sus caminos personales hacia el Yoga y sus reflexiones sobre lo que ellos consideran la verdadera esencia de esta disciplina. En el número 140 de nuestra revista, podrás leer, además, por qué cada uno de ellos empezó su camino hacia el Yoga y de qué manera.
¿QUÉ ES PARA TI LA ESENCIA DEL YOGA?
GOPALA
www.sivananda.es y www.gopala.es
Cada vez hay más formas de aproximarse al Yoga, especialmente en nuestro mundo agotadoramente exigente y cambiante. Sé que hoy es tendencia el marcar las líneas rojas entre lo que es o no la esencia del Yoga. Que si «Yoga con columpios» «Yoga con cabras», «Yoga por parejas», «Hot o Cold Yoga» es o no Yoga. ¿Quién soy yo para marcar esa línea tan sutil? Prefiero referirme a los que me enseñaron, Swami Sivananda y Swami Vishnudevananda. Ellos me transmitieron que el Yoga es un sistema de educación integral del cuerpo, de la mente, del intelecto y especialmente del espíritu interior. Así veo yo su esencia.
Sigo aprendiendo que el Yoga te muestra un maravilloso método de elevación de la maldad a la bondad, y de la bondad a la divinidad, y finalmente al eterno resplandor divino. Así veo yo su esencia.
El Yoga es, ante todo, una forma de vivir, no algo separado de la vida. Por eso se adapta a la vida y no necesita defensores ni reguladores oficiales, ni oficiosos. Así veo yo su esencia. El Yoga no consiste en una huida del hogar y del entorno humano, sino en un proceso para moldear la propia actitud al hogar y a la sociedad bajo un nuevo entendimiento. Por eso la práctica del Yoga se ha adaptado de forma tan rápida a Occidente y se desarrolla como una forma de vivir con plenitud, para personas de toda naturaleza, con independencia de su origen y condición.
Te hago una propuesta sobre la esencia del Yoga en cinco puntos, siguiendo a Swami Sivananda:
- Es un sistema de educación integral.
- Es un modo de vida.
- Es para las personas de toda condición.
- No se opone a ninguna religión, ni filosofía ni forma de crecimiento personal.
- No se lleva bien con las prisas, pero sí con la paciencia, con la vida sencilla y con la austeridad.
JANET STONE
www.janetstone.com
La esencia del Yoga, para mí, reside en la búsqueda de la ecuanimidad en medio de las inevitables dualidades de la vida: nacimiento y muerte, amor y pérdida, triunfo y fracaso. Es un viaje que nos enseña a abrazar el espectro completo de la experiencia humana con serenidad, reconociendo que todos los aspectos de la vida están interconectados y son esenciales para nuestro crecimiento. El Yoga ofrece un camino para equilibrar estos opuestos, guiándonos hacia un lugar dentro de nosotras mismas que lo sostiene todo en igual medida, fomentando la paz interior y la resiliencia.
El Yoga no es solo una práctica física, sino una profunda ciencia espiritual que ha evolucionado a lo largo de miles de años. Es una forma de arte que nos invita a explorar las profundidades de nuestra conciencia y a conectarnos con nuestra verdadera naturaleza. A través de la sadhana (práctica constante), el Yoga se convierte en una disciplina que realinea la mente y el cuerpo con el atman (alma). Esta realineación nos permite reconocer la totalidad que existe dentro de lo finito y lo infinito, cerrando la brecha entre nuestro ser individual y la consciencia universal.
En su núcleo, el Yoga es un proceso de autodescubrimiento y transformación. Nos anima a cultivar la conciencia, la presencia y la atención plena en nuestra vida diaria. Al integrar la respiración, el movimiento y la meditación, el Yoga nos ayuda a desarrollar una comprensión más profunda de nosotras mismas y del mundo que nos rodea. Nos enseña a enfrentar los desafíos de la vida con gracia, compasión y claridad, fomentando un sentido de unidad.
Aunque es tentador reducir el Yoga a una simple frase, su verdadera esencia desafía tal simplificación. El Yoga es una tradición viva y cambiante que sigue evolucionando y adaptándose, ofreciendo una sabiduría atemporal para la vida moderna. Es una práctica que nos invita a explorar la vastedad de nuestro paisaje interior y a abrazar la plenitud de nuestra experiencia humana con un corazón abierto y una mente firme. En definitiva, la esencia del Yoga consiste en encontrar armonía dentro de nosotras mismas y en el mundo, encarnando en cada momento la unión entre mente, cuerpo y espíritu.
ANDREI RAM
www.innerparadise.org
Esta respuesta te la doy después de décadas practicando. A medida que uno va practicando, va aclarando y definiendo sus respuestas; y luego, siguen transformándose, ya que mientras uno siga utilizando la práctica del Yoga, seguirá ampliando el espectro y la comprensión de lo que es el Yoga. Desde este punto de vista, yo ahora comprendo que el propósito de esta práctica es la autorrealización, que se logra solamente cuando nos permitimos remover todo aquello que no nos permite autoconocernos profundamente, e integrarnos.
El Yoga es unión, lo sabemos. Pero en la vida moderna, desde casi un paradigma del «pienso, luego existo», hemos fragmentado mentalmente la realidad y nuestras vidas: la cabeza va, por un lado, la lógica va por otro; nuestro sentimiento, nuestro intelecto, nuestra economía, cada uno por su lado; como si todo fuera por campos divididos. Así nos ha formado la educación occidental moderna.
El Yoga es una práctica que nos ayuda a integrar nuestro propio ser. Nos ayuda a remover todos estos sistemas de creencias, filosofías, ideologías que fragmentan nuestra vida al pensarla en lugar de vivirla con consciencia. Esta consciencia es un don que nos han dado a la humanidad. Somos los únicos que tenemos el libre albedrío de vivir inconscientemente, o de existir en consciencia. Eso es lo que el Yoga nos permite: ir removiendo los obstáculos que no nos permiten existir conscientemente. Y, desde ahí, poco a poco, entre más podemos existir conscientemente, más podremos tener una percepción unificada de la realidad y de nosotros mismos.
Podremos integrar nuestras diferentes y diversas habilidades y campos, unificarlos para que así se potencialice nuestra existencia. Es lo que ocurre cuando todos los aspectos de nuestras vidas (el cognitivo, el sentimental, el emocional, etc.) convergen. Los podemos dirigir como una sola unidad integrada.
Al mismo tiempo, la práctica diaria de Yoga nos mantiene vigilantes de nosotros mismos. Nos permite identificar aquello que nos desconecta o que nos vuelve a arrojar a una vivencia segmentada, y nos reorienta hacia nuestro propio ser, hacia un autoconocimiento cada vez más profundo.
En resumen, en la perspectiva que yo practico (la del Raja Yoga), el Yoga nos ofrece un camino de autoconocimiento a partir de la experiencia propia y consciente; y allí, en lo profundo de nuestro mundo interno, podemos encontrar nuestra esencia propia más suprema.
SURINDER SINGH
www.swastiyoga.com
Buscando la paz llegamos al Yoga, pero eso no quiere decir que la esencia del Yoga solamente es buscar la paz. Según lo que yo aprendí, por mi experiencia y sobre todo por mis gurús y maestros (yo solo soy una muy pequeña gota, intentando hacer y compartir lo que ellos me enseñaron), el Yoga es más que encontrar la paz por un momento. Nos habla de cómo conectar con la energía divina para que la paz esté en nosotros. Nos habla de cómo conectar con todo este conocimiento que nos permite remover la oscuridad interna.
Hoy en día todos tenemos mucha oscuridad interna, y primero vamos a buscar remover esta oscuridad, ya que suele ser la principal causa de muchos de nuestros problemas. Es lo que en Yoga llamamos avidya o ignorancia. Entonces removiendo esta oscuridad interna, podemos encontrar la paz, es verdad; pero eso solo es un primer pequeño paso. O sea, buscar la esencia del Yoga, en un primer momento puede asimilarse a buscar cómo remover esta oscuridad interna. Pero no se acaba aquí, tenemos que seguir en el camino, y entonces lograremos disfrutar. Porque una vez hayamos removido la oscuridad, todo en el camino se vuelve más luminoso. Es decir, la esencia del Yoga podría ser el proceso de traer el sol y la luna dentro de nosotros mismos, para luego seguir el viaje con más luz, y así ir más lejos.
Si quieres conocer más acerca de estos cuatro grandes profesores de Yoga y de cómo empezaron su camino en el Yoga, no te pierdas el número 140 de la revista YOGA SPIRIT. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistayogaspirit.es