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Mira, siente y escucha para encontrar el equilibrio

by Redacción

Todos hemos tenido esos días en los que nos tambaleamos en la postura del árbol o en el Guerrero III, ¿verdad? Pero aún así, estamos en equilibrio. Un buen equilibrio nos ayuda en tareas tan cotidianas como cargar con las bolsas de la compra, o alcanzar algún objeto en una estantería alta. O como con acciones más complejas como bailar o levantar peso. Cuando luchamos por mantener el equilibrio en una postura de Yoga, lo que hacemos es entrenar partes del cuerpo que nos permiten estar erguidos y estables en la postura deseada. Los tres principales sistemas responsables de mantener el cuerpo en equilibrio son la vista, el sistema vestibular y el sistema somatosensorial.

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Analiza tu entorno para un mayor equilibrio

Tu sistema nervioso integra la información que le aportan la vista, el sistema vestibular y el sistema somatosensorial, y después manda los datos al cerebro para que los interprete al hacer una forma o movimiento.

MIRA

La visión le ayuda al cerebro a orientar el cuerpo en el espacio. Fijar la mirada en un punto focalizado (dri- shti) por delante de ti te facilita man- tener posturas rigurosas como la del Guerrero III. Si la mirada está fija, tu cerebro cuenta con un punto de referencia estático para realizar los ajustes necesarios.

Para poner a prueba tu equilibrio, cierra los ojos. Sin una referencia visual tienes menos equilibrio, y los sistemas vestibular y somatosensorial se las verán para compensarlo.

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ESCUCHA

El sistema vestibular es un conjunto de sensores sensibles al movimiento ubicado en el oído interno que ayuda a mantener el equilibrio en base a nuestra posición en el espacio. Cuando la cabeza pasa de posición vertical en la postura de la montaña a posición horizontal en el Guerrero III, el fluido encerrado en el laberinto óseo perturba las células pilosas (cilios) que constituyen el neuroepitelio vestibular o las células madre de tu sistema nervioso central. Cuando estas células pilosas se doblan, mandan señales eléctricas al nervio vestibular en el cerebro para determinar la orientación de tu cabeza con respecto a la gravedad. Es decir, hacia arriba, los lados, abajo o cualquier punto entre medias.

Puedes experimentar la referencia vestibular pasando de la postura de la montaña al Guerrero III. Intenta estimular el sistema vestibular negando ligeramente con la cabeza y asintiendo con esta mientras permaneces en la postura. El cambio dinámico de la orientación en la cabeza puede generar desequilibrio, lo cual es bueno.

Guerrero III

Del mismo modo que al llevar los músculos hasta el punto de fatiga los fortalecemos, retar el equilibrio hasta el punto de desestabilizarnos, con el tiempo, incrementa nuestra capacidad de mantenernos erguidos con más facilidad.

SIENTE

Soma significa cuerpo. El sistema somatosensorial —ubicado en el lóbulo parietal del cerebro— procesa las sensaciones físicas, las cuales generan consciencia por medio del tacto, la presión, la temperatura, el movimiento y el dolor.

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Para fortalecer este sistema intenta practicar posturas sobre una superficie blanda como una manta doblada. Un extra de tambaleo es bueno, ya que entrena al sistema neuromuscular para reaccionar a los desequilibrios y a recuperar la estabilidad.

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