Siempre dulces y sabrosas en, por ejemplo, el desayuno o para maridar un queso de forma sorprendente, ¿sabrías explicar en qué se diferencian la mermelada, la confitura y la compota? Los expertos de Biocop nos ayudan.
Para hacer mermelada
Se mezcla fruta entera, cortada o triturada con azúcar. Los ingredientes se cuecen juntos hasta conseguir una textura semilíquida, parecida a un puré, en el que se pueden encontrar fácilmente trozos de fruta. Esta elaboración permite conservar su color y su aroma natural, para lo que siempre recomendamos elegir productos de proximidad y de cultivo ecológico. ¿Cuánta fruta contiene su versión extra? En general, la proporción mínima de fruta de una mermelada es del 30%, por eso hablamos de mermelada extra cuando se supera el 50%.
¿Y si hablamos de confitura?
En este caso, se usa la piel o la pulpa de la fruta para su cocción en almíbar, por lo que el resultado es más dulce y su textura más gelatinosa. ¿Eso significa que lleva más azúcar? Normalmente sí, aunque en Biocop hemos encontrado el equilibrio perfecto con un 30% menos de azúcar, que además es de caña integral, por lo que es aún más saludable. En cuanto a las confituras extra, las cantidades de fruta también varían, aunque debería superar el 45% (las de Biocop están elaboradas con un 50% de fruta de cultivo biológico).
La compota
Sería la opción menos azucarada, ya que se trata de una conserva a base de fruta triturada cocida con un 15% de edulcorante (una cantidad mucho menor que en la mermelada). Hablamos de edulcorante porque en Biocop se cambia el azúcar por un concentrado de zumo de manzana para conseguir que este sea un postre dulce y bajo en sacarosa. Además, no solo existe la compota de manzana, también la hay de albaricoque, fresa, arándanos, melocotón, ciruela, naranja amarga, mora… y otras variedades a las que Biocop añade jengibre para lograr sabores realmente sorprendentes.
Una receta que te va a encantar: cheesecake vegano de arándanos
Ingredientes
- Base del pastel: 200g de galletas sin gluten, 4cs de aceite de oliva o de coco, 3cs de melaza de arroz.
- Relleno: 3/4l de leche de almendras, el zumo de 1/2 limón, azúcar de caña al gusto, 2 cp de agar-agar, 3 cs de kuzu, 150g de anacardos.
- Cobertura: Mermelada o confitura de arándanos sin azúcar añadido, arándanos frescos.
Paso 1: Hacer la base del pastel. Mezclar todos los ingredientes de la base hasta conseguir una masa consistente. Forrar un molde de 26 cm con papel de horno cubrir con la base y hornear a 180º 10 minutos o hasta que esté tostada la base.
Paso 2: Hacer el relleno. Hidratar los anacardos durante toda la noche o un mínimo de 4 horas. Escurrir.
- Colocar en un cazo la leche vegetal y el agar-agar y hervir durante 10 minutos. Añadir el zumo del limón. Poner una pizca de sal y azúcar al gusto. Remover constantemente con unas varillas. Añadir el kuzu diluido en 100ml de agua fría y cocinar unos minutos más sin dejar de remover. Añadir los anacardos escurridos y triturar con una batidora potente.
- Colocar el relleno encima de la base con cuidado y dejar enfriar en la nevera un mínimo de 2 horas.
- Cuando el pastel está completamente cuajado lo podemos cubrir con mermelada de arándanos y decorar con arándanos frescos.
- Desmoldar con cuidado y servir.
Si quieres más ideas sobre cómo cuidarte, no te pierdas el número 115 de tu revista Yoga Journal España. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistayogaspirit.es