Por Mireia Castellsaguè // Fotos: Yoguic
Mireia Castellasaguè, de Yoguic, nos habla de la meditación, la que ha sido una herramienta para observarse, para aceptar los altos y los bajos de la mente y para tratarse con compasión, sobre todo en los días en los que la concentración es inexistente. En esta entrega, Mireia se centra en la meditación Antar Mouna, y comparte algunos consejos para que resulte una práctica que podamos realizar con constancia e ilusión.
Las 5 fases de Antar Mouna
Antar Mouna es una meditación clásica que significa «Silencio Interior». Es una meditación que puede constar de muchas fases; aquí solamente realizaremos 5 de ellas. En esta meditación aprovechamos los sentidos para ir concentrando la mente y paso a paso llevar la mirada hacia dentro. Cada fase puede durar unos 3-5 minutos según el tiempo que queramos dedicarle.
1 Conciencia de los sonidos.
Imagina que eres como una antena que capta los sonidos que te envuelven, a 360º alrededor tuyo. Observa los sonidos que aparecen. Deja que los sonidos aparezcan y vengan a ti, no hace falta ir a buscarlos. Si vienen otros estímulos o pensamientos, déjalos fuera, y vuelve a observar los sonidos, una y otra vez. Observa cuándo hay sonidos, observa cuándo no hay.
2 Conciencia de las sensaciones de la piel.
Ahora trae tu atención a las sensaciones de la piel. Y deja fuera cualquier otro estímulo. Observa las diferentes sensaciones que pueden surgir. Zonas donde sientes calor, zonas donde sientes frío, el contacto con la ropa o con el aire, quizás picor… Pase lo que pase, sigue observando. Observa cómo vienen las sensaciones y cómo desaparecen.
3 Conciencia de la respiración.
Observa la respiración, los movimientos internos que realiza tu cuerpo al inhalar, y al exhalar. Si vienen otras sensaciones o pensamientos pensamientos, déjalos fuera y vuelve a observar la respiración, una y otra vez. Pon toda tu atención en cómo el cuerpo respira de manera natural, como si de repente esto fuese fascinante.
4 Pensamientos en la pantalla mental.
Con los ojos cerrados, trae la mirada a la zona del entrecejo y la frente. Imagina que estás en una sala de cine, tu cine particular interno. En la frente está la pantalla. Y tú te sientas en la última fila del cine, con una butaca cómoda, o un sofá. Mira la pantalla con los ojos relajados, con una mirada amplia que puede ver tanto delante como a los lados. En la pantalla se proyecta cada pensamiento que tienes en forma de nube. Un pensamiento-nube entra en la pantalla, habla, y se va. No hace falta hablar con los pensamientos, que no te arrastren, solamente observa cómo aparecen y cómo se disuelven. Observa cuándo hay nubes y observa cuándo no hay nubes.
5 Silencio Interior.
Sigue observando la pantalla y, ahora, pide a los pensamientos-nubes que se queden fuera. Observa la pantalla vacía. Con la mirada relajada y ancha. Si aparecen pensamientos o sensaciones déjalas fuera con delicadeza. Sin luchar. Y vuelve a observar la pantalla vacía.
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