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Entrevista a Godfrey Devereux: Yoga como autoindagación somática

by Redacción
godfrey devereux

Godfrey Devereux es fundador del método Yoga Dinámico y una de las figuras más reconocidas en el mundo del Yoga contemporáneo. Con décadas de experiencia y una visión única sobre la relación cuerpo-mente-conciencia, sus enseñanzas han inspirado a miles de yoguis y yoguinis en todo el mundo.

Por Elena Sepúlveda // Fotos de Isabelle Negre // Ilustraciones de Shutterstock

En esta entrevista nos habla del impacto que la práctica de Yoga ha tenido en su propia vida. También exploramos los principios fundamentales de su metodología que aborda todo el espectro de la naturaleza humana: biológico, sexual, social y espiritual. Juntos, estos métodos de intimidad somática son una invitación a sentirse completamente a gusto siendo un ser humano.

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©Isabelle Negre

YOGA SPIRIT. ¿Cómo recuerdas tus primeros años de práctica? ¿Hubo algún maestro o tradición específica que te influyera significativamente?

GODFREY DEVEREUX. En 1973, cuando tenía 16 años, vi a mi tío que era sacerdote anglicano rezar sobre una pierna con las palmas de las manos juntas delante del pecho. Lo que me cautivó no fue lo que vi, sino lo que sentí. De él emanaba un aura de profunda paz y reverencia que deseé tener, y empecé a practicar dos veces al día con los libros que me prestó.

Practiqué solo durante cinco años y luego fui a una clase de Yoga Iyengar en 1979. Me sentí humilde ante la destreza y precisión de personas mucho mayores y, con el orgullo abatido, acepté la generosa oferta de la profesora de hacer una sesión privada. Primero me enseñó lo que estaba haciendo mal en las posturas que practicaba. Luego me enseñó las posturas que ella creía que debía hacer, sobre todo de pie.

Con la ayuda de Luz sobre el Yoga, seguí practicando por mi cuenta, pero con la clara sensación de que necesitaba ser preciso en lo que hacía. Esta sensación de que hay una forma correcta y muchas formas incorrectas de practicar las posturas fue un punto de inflexión para mí, aunque tomo mis indicaciones de la inteligencia del cuerpo, más que de la observación externa y la geometría.

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El Yoga dinámico es una de tus cuatro metodologías de intimidad somática ¿En qué consisten estas metodologías y qué lugar tiene el Yoga en ellas?

En 1988 descubrí el Ashtanga Vinyasa Yoga y me enganché. Cuando inicié el programa de Yoga en The Life Centre de Londres en 1992, pronto me di cuenta de que sus formas tradicionales no eran seguras para las personas que no tenían una práctica diaria. Al intentar hacer la práctica más segura y accesible tuve que modificar las posturas, hacerlas más sencillas. Al mismo tiempo, observé que podía utilizar el movimiento rítmico para preparar los músculos para el reto de las posturas clásicas. Llamé a esta técnica Ullola, que significa «ola» en sánscrito. Este fue el comienzo del Método de Entrenamiento de Yoga Dinámico.

Desde entonces he desarrollado cientos de Ullolas, todas ellas basadas en las posturas tradicionales presentadas al mundo por Krishnamacharya y sus alumnos. Simultáneamente, me estaba dedicando a la práctica de la meditación Zen con maestros Zen americanos y franceses. Con el tiempo, me di cuenta de que mi experiencia sobre el cojín, especialmente al aprender a «hacerme uno con» mis emociones, tenía un núcleo en común con mi práctica sobre la esterilla: las sensaciones que generaba mi cuerpo. Esto me llevó, tanto a la meditación somática, como a comprender cómo funciona la práctica de las posturas de Yoga.

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Sin embargo, con el paso de los años comprendí que el silencio tradicional en el mundo del Yoga sobre la sexualidad no era útil para las personas que viven en el mundo moderno. A lo largo de muchos años, y no sin mucha resistencia por parte de mi mente, desarrollé un enfoque del Tantra basado en lo que había aprendido enseñando Yoga y meditación.

El Tantra Lento es principalmente postural y no implica desnudez ni interacción sexual. En su lugar, utiliza una selección de Ullolas y posturas, así como meditaciones pasivas en pareja, para activar, hacer circular y resolver las energías sexuales. La última metodología somática que ha surgido del crisol de mi práctica es el Entrenamiento Somático de la Resiliencia. Esta es la base experiencial de la Ecología Radical, que es una forma de encarnar la Totalidad en la vida cotidiana. Unifica el Yoga Dinámico, la Meditación Somática y el Tantra Lento en una única metodología con tres frecuencias de práctica que activan y estabilizan la mente meditativa. La Reafinación Somática recalibra todo el cuerpo a través del movimiento. La Afinación Somática accede pasivamente a la dimensión espiritual de la naturaleza humana en quietud. La Sintonización Somática contextualiza la sensación de separación dentro de experiencias compartidas de conexión y ausencia de alteridad.

Enfatizas mucho la inteligencia del cuerpo. ¿Podrías explicarnos con algún ejemplo qué papel juega esta inteligencia en el Yoga Dinámico y también en nuestro día a día?

La mayoría de los enfoques del Yoga se basan en la ambición y la intención. Se emprenden para obtener resultados específicos, y lo hacen aplicando principios y protocolos particulares. El Yoga Dinámico no se practica para ser más flexible, libre, fuerte o estar perfectamente alineado. Se practica como autoindagación somática. El objetivo es acceder a las riquezas ocultas de la naturaleza humana y encarnarlas, sin depender de ningún dogma ideológico. No utilizamos mantras ni cantos. Tampoco tenemos creencias partidistas sobre la naturaleza humana o la espiritualidad, ni un código de comportamiento especial. Por el contrario, nos comprometemos a practicar basándonos en las sensaciones que genera el cuerpo en cada momento. Estas sensaciones son la inteligencia del cuerpo hablándonos sobre lo que estamos haciendo. Sentimos esas sensaciones lo más profunda y claramente posible y permitimos que nos guíen en nuestra práctica.

Aunque al principio esta guía es funcional y nos dice qué hacer y cómo hacerlo, pronto se convierte en algo más que eso. Al escuchar al cuerpo y actuar en consecuencia, pronto nos adentramos en la dimensión espiritual de la naturaleza humana. Las divisiones conceptuales entre cuerpo y mente, materia y espíritu se disuelven y empezamos a experimentar y encarnar nuestra naturaleza espiritual como Amor Sin Objeto, Paz Sin Causa y Alegría Sin Razón. Por supuesto, esta encarnación no anula nuestra naturaleza biológica y sus vulnerabilidades. Al contrario, nos permite reconocerlas, honrarlas y asimilarlas para que no determinen ni restrinjan nuestras vidas.

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Publicada en su cuenta de Instagram (Godfrey Devereux)

¿Cómo entiendes la relación entre el Yoga y la autoaceptación en el contexto de nuestro desarrollo como seres humanos?

La práctica del Yoga puede enfocarse de muchas maneras. En la medida en que se base en la ambición, incluso en la ambición espiritual, impedirá la auténtica aceptación de uno mismo. Solo cuando el Yoga se aborda como autoindagación puede conducir a una auténtica aceptación. No solo de uno mismo, sino también de los demás y del mundo. La autoindagación genuina no debe tener una meta preconcebida, no debe ser un autoempoderamiento, ni una iluminación. Debe ser una activación completamente abierta de la inteligencia a través de la práctica que conduce a las profundidades de la naturaleza humana. Este viaje llevará inevitablemente a cualquier persona a través de las sombras y heridas únicas con las que se ha quedado. La aceptación de estas heridas y sombras requiere encontrarse con ellas plena y somáticamente. Solo entonces podrá encarnarse por completo la poderosa riqueza de la naturaleza humana.

¿Cuáles son, en tu opinión, los mayores desafíos a los que la raza humana se enfrenta en la actualidad? ¿Puede el Yoga del siglo XXI ayudarnos a afrontar dichos retos?

Externamente, el mayor reto de este siglo es el colapso multidimensional de nuestro hábitat. Este colapso no es solo externo, sino también de los valores y principios de los que depende la vida social. Internamente, el mayor reto es aprender a confiar en la inteligencia que eres, sin dejarte intimidar por las pretensiones de quienes querrían contar con tu lealtad sin tener en cuenta tus propios intereses. Ambos están directamente relacionados. Para hacer frente a la enormidad de este colapso no podemos depender de la tecnología ni de la política. Necesitamos una fuerza y una solidaridad que solo pueden venir de dentro. Esa solidaridad y esa fuerza solo se encarnarán intimando con tu propia presencia, con tu propio cuerpo. Este debe ser el propósito del Yoga, no llegar a ser perfecto según un sistema de creencias prestado. Este es el don de la autoindagación cuando esa indagación se lleva a cabo en relación con otros seres, humanos o no. Este no ha sido el camino histórico del Yoga. Es el camino de la Ecología Radical.

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¿Cómo llegas hasta el Tantra Yoga y por qué es uno de los pilares fundamentales de tu método?

Llegué al Tantra Lento porque mi compañera Olivia señaló que, al no mencionar la sexualidad, estábamos haciendo un flaco favor a nuestros alumnos. Es fundamental para una Ecología Radical porque somos seres funcionalmente sociales, no podemos sobrevivir ni florecer los unos sin los otros. Esto ha sido ignorado en gran medida por la espiritualidad tradicional, pero es en nuestra naturaleza social donde nuestra biología y nuestra espiritualidad se encuentran de forma más potente. Como seres sociales, debemos sortear las paradojas que surgen entre la inclusividad de nuestra naturaleza espiritual y la exclusividad de nuestra naturaleza biológica. Solo relacionándonos abierta y honestamente podremos aprender a disolver esta paradoja en relaciones de valentía y compasión.

Tu concepto de Ecología Radical reformula las ideas del ser superior y el alma tachándolas de «dogmas espirituales muy destructivos». ¿Por qué?

Cualquier concepto o ideología que sugiera que este cuerpo, esta mente o esta vida son inadecuados para la satisfacción y la felicidad es peligroso. Se presta a negar la importancia y el significado de la experiencia cotidiana y el sufrimiento que inevitablemente contiene. Esto solo genera con demasiada facilidad un desprecio frío e insensible por el sufrimiento real de los demás, y nos abre al callejón sin salida de la evasión espiritual.

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Después de décadas en este camino, ¿hay alguna enseñanza o verdad sobre el Yoga que consideres central y que haya permanecido inalterable para ti?

Sí, el Yoga es una práctica espiritual, no un proceso psicológico. No es autodesarrollo. No es superación personal. No es autoempoderamiento. Todos estos son procesos psicológicos. El único proceso espiritual es la autoindagación. Puede realizarse a través del cuerpo, a través de la mente o a través de la conciencia. Cada uno de ellos es Yoga, simplemente porque es autoindagación.

En un mundo tan saturado de información y estímulos, ¿cómo practicas la simplicidad en tu vida diaria?

Sintiendo las sensaciones que genera mi cuerpo siempre que sea posible, en cualquier lugar y en todas partes: en el baño o en el bosque, cortando verduras o masticando arroz, caminando bajo la lluvia y nadando en el mar. Sentir las sensaciones es la forma más directa de aquietar la mente. Al dar prioridad a las sensaciones, abres la puerta a la intuición, que te liberará de la falsa autoridad del pensamiento y de la falsa autoridad de la información y el conocimiento.

¿Hay algo más en concreto que te gustaría compartir con nuestras lectoras?

Siente tan profundamente como te sea posible, tan a menudo como te sea posible, para que el significado de lo que estás sintiendo se vuelva indudablemente claro. Con el tiempo, la intimidad con la inteligencia somática de tu cuerpo se transmutará en intimidad con la inteligencia espiritual de la Conciencia. A medida que se profundice tu disposición a sentir sensaciones, empezarás a sentir más claramente la presencia sutil y nutritiva de la Conciencia. Con el tiempo, esto permitirá que sus cualidades fortalecedoras se encarnen en tu experiencia cotidiana. La empatía, la compasión, la generosidad, la solidaridad, la claridad y el coraje darán sabor a tu vida sin necesidad de ninguna intención específica. Entonces vivirás de forma natural una vida de dar en lugar de recibir, de compartir en lugar de acumular, de apoyar en lugar de explotar. Te convertirás en un regalo de paz y amor para el mundo.

Si quieres conocer la entrevista a Godfrey Devereux al completo, no te pierdas el número 141 de la revista Yoga Spirit. Para conseguirlo, llámanos al 916326251 o escríbenos a suscripciones@revistayogaspirit.es

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