Esta entrevista se realizó hace pocos meses para Yoga Journal, donde Maty aportó su punto de vista en lo que respecta al liderazgo: cómo lo enfocó, los potenciales riesgos de la comercialización del Yoga y de las alabanzas a los practicantes en las redes sociales. Desgraciadamente, antes de ser publicada en España, Maty Ezraty falleció el pasado 10 de julio, a los 55 años, en Japón, durante una gira internacional en la que compartía, con cientos de estudiantes, la sabiduría fruto de sus años de práctica y dedicación al Yoga. Reproducimos aquí solo algunos de sus pensamientos, un extracto de la entrevista que hizo Andrea Ferretti. El resto, lo puedes leer en nuestra versión en papel (YJ España nº 109).
UNA VISIÓN DIFERENTE
Maty Ezraty apenas tenía 23 años cuando abrió YogaWorks en Santa Mónica, California. Su visión era simple pero revolucionaria: quería montar una escuela que ofreciese clases de calidad que atrajesen a todo tipo de personas. Corría el año 1987 y, por entonces, en los centros de yoga solo se ofrecía un estilo único. Pero Ezraty estaba influenciada tanto por el Iyengar como por el Ashtanga Yoga, de modo que conocía los beneficios de estudiar varios métodos. En poco tiempo YogaWorks se convertiría en la escuela que Ezraty había concebido. En su centro se ofrecían 120 clases semanales y se enseñaba a 700 alumnos al día. Además, formó a muchos de los profesores más demandados actualmente.
«Cuando abrí Yoga Works, no lo hice con la intención de convertirme en una lídear. Lo hice porque me enamoré del Yoga y porque sentí que el Yoga tenía el potencial de ayudar a construir un mundo mejor. Por muy cursi que suene, de conseguir la paz mundial. Quería que la gente viese que el Yoga podía ser para todo el mundo. Me suelen decir que YogaWorks fue como un catalizador de muchas de las cosas que hoy está viviendo el Yoga como la popularización del Vinyasa fluido». Maty Ezraty
«Personalmente no lo veo así. Las primeras clases en YogaWorks no eran prácticas fluidas precisamente. No había vinculación entre posturas, ni música. El método original consistía en una clase suave de Iyengar con más calor. En un momento dado, algunos profesores se vieron influenciados por la música, y la incorporaron. Pero no era la práctica fluida que la gente asocia con el Vinyasa Yoga hoy día». Maty Ezraty
LOS INICIOS
«Cuando monté YogaWorks con Alan Finger, yo era una profesora principiante. Tampoco me he considerado jamás una profesora experi- mentada. Sentía que YogaWorks debía ser más una escuela que un centro. Siempre pensé que si tenías una buena escuela con buenos profesores, el negocio llegaría solo. Yo quería ser como una moderadora para los profesores de Yoga. Hubo mucha orientación y apoyo para que algunas personas se convirtieran en lo que hoy son. Yo me veía a mí misma como una especie de cauce». Maty Ezraty
SINCERIDAD ANTE TODO
«Quería que los profesores sacasen lo mejor de sí mismos y mantenía una especie de papel maternal con alguno de ellos. A algunos profesores de Yoga, sus alumnos no paran de decirles lo geniales que son, y entonces carecen de un espejo en el que reflejarse. Yo siempre quise lo mejor para mis profesores y para el Yoga. Y por eso creo que se me daba bien decirles lo que pensaba sinceramente. Era capaz de coger a los profesores y potenciar sus talentos». Maty Ezraty
«Por ejemplo, si los profesores mostraban actitudes negativas hacia otros linajes, yo les decía: «Mira, esta es una escuela ecléctica. Me parece bien que no lo compartas, pero hay un modo de disentir que es agradable». O si el profesor de un curso mostraba una actitud de regañina en la clase, yo no me lo callaba. Con profesores abiertos a escuchar críticas, se puede avanzar muy bien». Maty Ezraty
HACEN FALTA YOGUIS QUE VIVAN LA PRÁCTICA
«Toda escuela o centro de Yoga debe contar con un yogui de la casa –alguien con el coraje de sostener el compromiso con el Yoga auténtico–. Creo que para esto hace falta gente que viva el Yoga y que se diga: «Vale, con esto se puede ganar dinero, pero no es Yoga». Me temo que eso no pasa ahora. Hoy en día, parece que si no tienes página web o perfil de Instagram, estás en desigualdad de oportunidades. No es cierto. Si cuentas con la visión de un yogui que sabe reconocer el talento en un profesor, ese profesor no sentirá la presión de estar en las redes sociales si eso no va con él o ella.»
«Necesitamos a estos yoguis en nuestras escuelas y negocios de Yoga, alguien que esté en el camino espiritual, que se documente e investigue, que tenga una práctica sólida y que esté arraigado en los principios del Yoga, no solo en Virabhadrasana I (el guerrero I), sino en la esencia de un estilo de vida yóguico». Maty Ezraty
FALTA DE LÍDERES DEL YOGA
«En el mundo del Yoga no tenemos el tipo de líderes que sí hay en el campo de la meditación. No tenemos un Jack Kornfield. No tenemos un Joseph Goldstein. No contamos con todos los monjes que enseñan una filosofía tan firme y buena. El mundo de la meditación ha sido capaz de abrazar la filosofía que hay detrás de los ejercicios prácticos e incorporarla a la vida cotidiana. En el mundo del Yoga pocos han logrado hacer esto con los textos clásicos en los que hunde sus raíces nuestra práctica, como son los Yoga Sutras de Patañjali». Maty Ezraty
«El mundo de la meditación se arraiga en las Cuatro Nobles Verdades y las enseñanzas de Buda, mientras que el Yoga se arraiga en el asana –y eso es un problema–. Estamos perdiendo un montón de gente en el Yoga porque nos estamos desviando al mundo del fitness. Mi intuición me dice que en los centros de Yoga se está produciendo un gran desgaste, porque pasar de una postura a otra con música alta no es precisamente la idea que tiene todo el mundo de aprender de sí mismo. El mundo de la meditación es además menos competitivo. Es más afín a la comunidad». Maty Ezraty
MÁS ESCUELAS QUE ENSEÑEN LA FILOSOFÍA DEL YOGA
«Básicamente son escuelas de Yoga y no empresas, lo que necesitamos. Eso no significa que dejemos de hacer cosas que están de moda ahora. Pero el alumno debe entender que hay mucho más allá de eso. Las escuelas requieren supervisión de yoguis adultos –alguien que exija respeto y que tenga una verdadera visión de lo que es tener una escuela de Yoga–. He oído que Mary Taylor les dice a sus alumnos que sus alumnos no son sus clientes. Cuando eres cliente, te dan lo que quieres. Un alumno debe llegar a clase preparado para recibir lo que el profesor esté preparado para enseñarle, siempre y cuando este esté lo suficientemente cualificado». Maty Ezraty
Aquí solo hemos publicado algunos extractos de la entrevista de Andrea Ferretti a Maty Ezraty. Si quieres leerla completa, no te pierdas el número 109 de tu revista Yoga Journal España. Para conseguirlo, llámanos al 916 326 251 o escríbenos a suscripciones@revistayogajournal.com