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Comida consciente

by Redacción

Aprende a comer conscientemente pensando con calma, eligiendo bien y prestando atención a las maravillas que tienes en el plato.

La mayoría de nosotras comemos sin pensar, picamos entre horas, lo hacemos a todo correr en el trabajo, o nos metemos entre pecho y espalda una tableta de chocolate después de un día estresante. Practicar la atención plena a la hora de comer puede ayudarte a abandonar patrones poco saludables y descubrir los placeres que esconde la comida.

Los estudios demuestran que las mujeres que practican la comida consciente (un enfoque derivado de los principios de la meditación consciente) pueden perder peso sin hacer dieta, aunque coman fuera normalmente. Mujeres en un estudio que hicieron uso de técnicas de conciencia plena, incluido el tomarse el tiempo para saborear la apariencia, aroma, textura y sabor de su comida, ingirieron unas 300 calorías menos que el resto. «Si prestas atención, te satisfaces con menos», explica la directora del estudio, Gayle Timmerman, profesora de enfermería en la Universidad de Texas en Austin.

Brandt Bhanu Passalacaqua, terapeuta de Yoga Integral y autor de Peaceful Weight Loss Through Yoga (Pérdida de peso tranquila a través del yoga), asegura que el yoga le ayudó a perder 45 kilos enseñándole a cuidarse física y emocionalmente. “Antes de apreciar los cambios en el estilo de vida que se producen por la pérdida de peso, primero debes aprender a cuidarte comiendo con regularidad, comidas sanas. Con la práctica verás el comer como un acto de amor hacia una misma y no como algo que te genere ansiedad o daño, y eso transformará tu relación con la comida”.

Si quieres comer con más atención

Sé agradecida. Antes de cada comida, tómate un segundo para respirar. Piensa en el origen del alimento, los elementos de la tierra que lo crearon, y la nutrición que te aporta.

Come con los cinco sentidos. Antes de saborear la comida, tómate un momento para apreciar su color y su textura. Respira el aroma, y mientras das un bocado, siente la textura y la sensación mientras se mueve por tu cuerpo.

Siente. Presta atención a lo que sucede entre el primer, segundo y tercer bocados. La relación de placer por bocado suele decaer. El primer o segundo bocado de un postre dan mucha satisfacción.

Haz esperar a tus antojos. Cuando tengas muchas ganas de algo, como chocolate, relájate con el antojo un minuto. Escribe las emociones que notas. Observa cómo aumenta el antojo, y luego deja que se vaya.

Opta por la aceptación. Si comes más de la cuenta, no te castigues al día siguiente pasando hambre. Lo único que conseguirás es sentirte privada y volverás a comer en exceso. Acéptalo y sigue adelante.

Sé flexible. Comer sano es como practicar yoga. Cada día es distinto. Permítete comer las cosas que te hagan falta un día concreto en vez de seguir una dieta rígida.

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