Te queremos invitar a una nueva sección en nuestra revista dedicada a un estilo de Yoga que ya es parte de la tradición yóguica en el mundo occidental. Con su énfasis en bajar el ritmo y cultivar la escucha interna para responder sabiamente a nuestras necesidades reales, el Yin Yoga nos ayuda a contrarrestar los estilos de vida exigentes y nos aporta paz mental, bienestar físico y una mayor flexibilidad. Para ayudarte a introducirte y acercarte a esta disciplina, de la mano de nuestra colaboradora Elena Sepúlveda, iremos desgranando poco a poco todo lo que debes saber de esta práctica de Yoga. ¿Empezamos?
¿Qué es el Yin Yoga?
Comencemos por el principio. ¿Qué es exactamente el Yin Yoga? Podríamos describirlo como una práctica suave, intensa, amorosa y meditativa con un efecto sutil pero poderoso a nivel físico, emocional y mental. Durante las asanas de Yin, relajamos la musculatura totalmente y mantenemos las posturas estáticas durante varios minutos para incidir directamente sobre tejidos conectivos profundos.
De esta forma traemos jugosidad a nuestras fascias, salud a nuestros órganos internos y equilibrio a nuestras emociones y mente. A diferencia del Hatha Yoga que se basa en la ciencia de la salud del Ayurveda, el Yin Yoga se basa en la medicina tradicional china. Por eso, decimos que esta disciplina nos concede varios beneficios, como, por ejemplo:
- Comprendernos mejor a nosotros mismos y en nuestros cuerpos.
- Confiar, soltar y acceder a un estado profundo de relajación.
- Observar los propios límites y la relación que tenemos con nuestra de zona de confort.
- Entrar en contacto con nuestra vulnerabilidad para, desde ahí, conocer nuestra fortaleza.
- Responder consciente y amorosamente a todo lo que va surgiendo a cada momento, en cada minuto de la vida.
¿Es el Yin Yoga lo mismo que el Yoga restaurativo?
Al ser dos estilos de Yoga de naturaleza Yin, donde hay quietud en la asanas, es frecuente que se confundan, pero son diferentes. En Yin Yoga buscamos someter a los tejidos a una carga de estrés moderada y positiva para fomentar su hidratación y movilidad. Por el contrario, en el Yoga Restaurativo buscamos llevar al cuerpo a un estado de relajación profunda, sin estresarlo de modo significativo. Al estar basado en la medicina tradicional china, el Yin Yoga actúa como una forma de acupresión y su práctica puede tener un impacto positivo y sanador sobre los órganos internos a nivel energético.
¿Con ganas de practicar?
Lo mejor para comprender el Yin Yoga es practicarlo y sentir sus efectos. En nuestra web podrás encontrar en unos días una secuencia de Yin Yoga que se centra en estirar y estimular la totalidad de la espalda de forma lenta y consciente. Abandona tu ambición y permite que tu cuerpo se tome el tiempo necesario para relajarse en cada postura. Sé consciente de cómo evoluciona cada asana. Si la postura se convierte en una lucha (en tu cuerpo y/o en tu mente), intenta suavizar tu respiración para invitar a tu mente y cuerpo a soltar tensiones.
Por el contrario, si tras un tiempo en esta asana pierdes la sensación física, comprueba si puedes llevarla un poco más allá.
Si quieres saber más sobre esta disciplina que te ayudará a sentirte mejor, no te pierdas el número 108 de tu revista Yoga Journal España. Para conseguirlo, llámanos al 916 326 251 o escríbenos a suscripciones@revistabrico.es